miércoles, 10 de marzo de 2021

Imágenes que invitan a pensar: el “libro álbum sin palabras” y la respuesta lectora, por Evelyn Arizpe Solana

Dentro del conjunto de obras que se consideran como “literatura infantil y juvenil”, el libro álbum es uno de los ejemplares más sofisticados e innovadores ya que extiende una excepcional invitación al lector a terciar en un complejo juego entre la palabra y la imagen. Si acepta la invitación, el lector debe atender a los diversos elementos semióticos ofrecidos por el autor/ilustrador, crear puentes y llenar vacíos en una labor interactiva y recursiva de construcción de significados. ¿Pero qué sucede cuando un libro álbum no tiene palabras, es decir, cuando, aparentemente, el juego sucede sólo con las imágenes? ¿Cómo logra el lector reconstruir la historia plasmada sin el apoyo de un texto escrito? Este ensayo abordará estas preguntas, en primera instancia, a partir de reflexionar sobre la relación entre la palabra y la imagen que define el libro álbum y el “lector implícito”[i] y, en segunda instancia, a partir de lo que sabemos sobre el proceso lector a través de estudios con lectores “reales”.

Desde un principio, cabe señalar que este ensayo se basa en la convicción de que el libro álbum, con o sin palabras, puede ser uno de los mejores “maestros” para desarrollar la competencia visual. Esta competencia visual se entiende aquí como el potencial de entender una imagen con profundidad y apreciarla de forma más consciente y quizá crítica, a través de un compromiso activo con un proceso interpretativo que a su vez incrementa y enriquece esta competencia. Por ende, cuantos más encuentros tenga un lector con los libros álbum, será más capaz de comprenderlos y de extender esta comprensión a otros textos, tanto visuales como escritos (por supuesto que si se agrega a la lectura la intervención avisada de un mediador – padre, maestro, promotor de lectura- los encuentros pueden ser mucho más beneficiosos). Cuando el libro álbum presenta sólo imágenes, el compromiso del lector tiene que aumentar ya que deberá mirar con más cuidado, reflexionar más profundamente y colaborar más de cerca con el ilustrador, aprendiendo, de esta forma, algo más sobre el proceso creativo y el oficio del artista y del escritor. CONTINUAR LEYENDO

 

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